lunes, 5 de diciembre de 2011

La adolescencia y otros demonios

La palabra  adolescencia proviene del latín, del verbo adolescere, que significa madurar.  Es la etapa que da inicio al proceso de transformación del  niño en adulto, en donde experimenta cambios biológicos, psicológicos y sexuales. Por lo general este periodo empieza a partir de los diez a doce años hasta los diecinueve o veinte años y se caracteriza por las transformaciones que sufre el adolescente, tales como el aumento de estatura, el incremento de peso, alteración de la voz, cambios en la fisonomía del cuerpo. Además ocurren cambios en el aspecto emocional, como la búsqueda de sí mismo y de una identidad que lo distinga del resto, tendencia a pertenecer a un grupo, cambios en la conducta y comportamiento, estados de ánimo inestable, problemas de comunicación con los padres, asimismo surge la necesidad de experimentar nuevas sensaciones, como el sexo.
La sexualidad se encuentra presente durante toda nuestra vida, pero es en la etapa de la adolescencia en donde se percibe y se muestra de una manera diferente. Es en este periodo en donde el adolescente presenta sensaciones y estímulos, producto de las alteraciones hormonales por las que atraviesa, que son parte de su maduración, donde aparecen los primeros deseos y fantasías eróticas como resultado de la búsqueda de placer físico a través del mismo cuerpo o del cuerpo de otros, especialmente del sexo opuesto. Lo menciona Murakami en Al sur de la frontera, al oeste del sol.
“En la época en que íbamos juntos, yo sólo tenía doce años y no sentía deseo sexual propiamente dicho. Un vago interés hacia la turgencia de sus pechos o a lo que se ocultaba debajo de la falda, eso sí, pero no sabía, en concreto, lo que significaba ni tampoco a donde iba a conducirme. Me limitaba a imaginar, aguzando el oído y cerrando los ojos, qué debía de haber en aquel lugar”.  (Murakami, 1998. P. 12)
En este párrafo el autor nos describe cómo el personaje de su historia, Hajime, experimenta sus primeras sensaciones de impulso sexual, las cuales durante la adolescencia sirven para ensayar situaciones sexuales que aún no se han llevado a la práctica, por lo cual son más intensas ya que el adolescente recién está explorando su sexualidad, valiéndose de su imaginación, de lo irreal, alterando imágenes y pensamientos, con el fin de estimular su cuerpo y obtener esa satisfacción producto del deseo sexual por el sexo opuesto. Las fantasías son consideradas una fuente de desarrollo personal dentro de la vida sexual del adolescente, ya que gracias a ellas puede entender el comportamiento y actitudes vinculadas a la sexualidad.    
Durante la adolescencia se experimenta una imperiosa necesidad de satisfacer los deseos sexuales, los cuales responden a determinados estímulos que algunos consideran universales, como el cuerpo desnudo, determinadas partes del cuerpo, expresiones o movimientos, aromas, vestimentas. Esto se debe a que el adolescente recién está percibiendo estos impulsos que producen en su cuerpo reacciones que originan la búsqueda del placer físico, los cuales logra satisfacer a través de la experiencia de situaciones que estimulen su actividad sexual. Lo menciona Murakami en Al sur de la frontera, al oeste del sol.
“La abracé desnuda, le besé el cuello y los pechos. Pude acariciar su piel tersa y aspirar su aroma. Era fantástico abrazarnos estrechamente los dos desnudos. Estaba loco de deseos de penetrarla. Pero ella me contuvo con firmeza”. (Murakami, 1998.P.19)

Aquí el autor nos da un claro ejemplo de cómo los adolescentes incentivados por ciertos estímulos, llegan a generar impulsos sexuales, lo que significa que tienen el deseo de llegar a estar involucrados en una experiencia sexual, este deseo surge de acuerdo al contexto en el cual se desarrollan los hechos.  En este caso Hajime, al sentir el cuerpo desnudo de Izumi, sintió el deseo que consumar el acto sexual, el cual nunca ha experimentado y provoca en él  una serie de reacciones tanto físicas al referirse a lo fantástico que es estar abrazados desnudos,  como psíquicas al decir que estaba loco de deseos de penetrarla. Sin duda, un adolescente en plena etapa de maduración sexual percibe estas reacciones con mayor intensidad que una persona adulta, la cual ya ha gozado de una vida sexual plena y ha pasado por todas las experiencias que conllevan a esta, todo lo contrario de un adolescente quien recién se inicia en su vida sexual y significa para él, un símbolo de cambio, de ser un niño a ser una persona adulta, es un momento de intensas emociones y una serie de dilemas, fantasías y angustias que son parte de su crecimiento.

En conclusión durante la adolescencia los jóvenes atraviesan por un sinnúmero de cambios físicos y emocionales que influyen en su manera de pensar y hablar, pero es  la primera experiencia sexual la que puede ser crucial para el futuro de un adolescente, significa aventurarse por un camino nuevo y desconocido, lleno de sentimientos e inquietes, las cuales nunca antes ha tenido que enfrentar. Durante nuestra vida podemos pasar por diversas experiencias que de alguna u otra manera nos afectan en nuestra formación como personas, pero es en la primera experiencia sexual  la que nos recuerda la transición que hicimos de niños a hombres. Además, le permite al adolescente fortalecer su identidad sexual, es decir cómo una persona se percibe, en lo más íntimo de su ser, como hombre o como mujer, reconocerse y actuar como tal, es por esa razón que es considerada la más crucial e intensa dentro de nuestra vida.



Fuentes:

<!--[if !supportLists]-->·         <!--[endif]-->MURAKAMI, Haruki
1998  Al sur de la frontera, al oeste del sol. Argentina: Tusquets.

<!--[if !supportLists]-->·         <!--[endif]-->Gómez Zapiain, Javier
“Desarrollo sexual en la adolescencia”
http://www.svnp.es/Documen/Captulof.htm

<!--[if !supportLists]-->·         <!--[endif]-->Ortega, Octavio
2007  educasexo.com
“La sexualidad en la adolescencia”
http://www.educasexo.com/adolescentes/la-sexualidad-en-la-adolescencia.html

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